El smart Forfour que tenemos hoy día en los concesionarios ya no apuesta por un diseño diferenciado respecto al coupé, como sucedió con el modelo que apareció en 2004. Y este detalle hace que, cuando lo contemplamos de primeras, tengamos la sensación de que alguien estiró el modelo coupé para introducirle dos puertas más, dando pie a un coche menos agraciado pero sin duda muchísimo más funcional.
Parece claro en cualquier caso que el comprador de un smart Forfour aprueba la estética diferencia a todo lo que hay en el mercado. Como también queda patente su necesidad de contar con un coche de tamaño reducido, capaz de ser aparcado con facilidad allí donde los Renault Clio, Seat Ibiza y otros coches que consideramos pequeños no entrarían de ninguna forma. Esta última es su gran virtud, pero no la única que descubrimos al poder utilizarlo varios días por ciudad. De hecho, una de las características que más nos ha sorprendido es su magnífica capacidad de giro, lo que nos permite ‘ratonear’ en los giros y culminar con una maniobra lo que con otros modelos tenemos que hacer con dos.
Aunque es cierto que la mayoría de los ocupantes traseros serán niños, se agradece mucho en este nuevo smart que no tengamos que colocar a los más pequeños en sus sillas a través de la puerta del conductor. E incluso los que ya viajan con alzador tendrán la ventaja de contar con un gran acceso, favorecido más por lo mucho que se abaten las puertas traseras (90 grados) que por el propio tamaño de éstas. Por lo que respecta a las plazas delanteras, los smart nunca han ofrecido la sensación de estar en un coche demasiado pequeño y éste Forfour no es una excepción. Sí ofrece, sin embargo, el toque de diseño diferente y funcional que suele demandar el cliente de un smart. Es decir, tenemos huecos para dejar objetos (los de la bandejas de las puertas, muy pequeños) y un toque estético agradable pero no siempre funcional, como sucede con un salpicadero tapizado con un tejido enrejado susceptible de sufrir roturas y engachones.
0,9 litros turbo La presencia del Turbo en el motor tricilíndrico de 0,9 litros le hace mucho bien al dinamismo que esperamos en este tipo de vehículos. De hecho, con 90 CV y un peso final que roza la tonelada se mueve con mucha vitalidad y ofrece en todo momento la sensación alegre que tanto agradecemos entre semáforo y semáforo.
No nos parece mala opción el cambio manual de cinco velocidades, entre otras cosas porque su palanca queda cerca del volante y su tacto es agradable, pero quizá en un coche como éste cobre más razón que nunca la opción del cambio automático que la marca ofrece por 1.175 euros.
En cualquier caso, con uno o con otro los consumos se quedan en cifras bajísimas y es fácil cubrir recorridos urbanos sin que el ordenador de viaje alcance los 5,0 litros/100 kilómetros.
En el abanico de posibilidades que nos ofrece el Forfour en ciudad todavía hay una que redondea lo conseguido: cuenta con un maletero de 185 litros. Cierto es que no tendremos con ello el espacio necesario para llevar todo un carro de la compra, pero en una ocasión puntual podemos abatir los respaldos posteriores para encontrarnos con 975 litros de carga.
Fuente: Marca.