Conscientes de que sus coches se utilizan mayoritariamente en ciudad, la prioridad de Smart en sus nuevos Fortwo, Fortwo Cabrio y Forfour Electric Drive ha sido recortar los tiempos de recarga, además de ofrecer nuevas opciones de movilidad, tanto en forma de innovadores servicios de coche compartido como de aplicaciones específicas para smartphones, tabletas y ordenadores.
Según los estudios de Smart, la distancia media que recorren los conductores europeos a diario no supera los 100 kilómetros. Por ello, los Smart Electric Drive 2017 no han hecho especial hincapié en mejorar la autonomía, uno de los puntos esenciales sobre los que trabajan el resto de fabricantes que cuentan con vehículos de baterías en su catálogo. Las novedad principal en cuanto a producto está en la inclusión de la variante Forfour de cuatro puertas y cuatro plazas en la familia eléctrica.
Coincidiendo con la presentación de los Smart Electric Drive, se ha lanzado una aplicación que permite controlar algunos parámetros del coche desde el teléfono móvil. Con ella se puede abrir y cerrar el vehículo, ver la carga de batería que tiene o conectar la climatización a distancia para que cuando vayamos a conducir el habitáculo esté a la temperatura deseada. Otra opción es programar las horas a las que queremos que se cargue la batería mientras está enchufado, para así poder elegir los horarios donde la tarifa eléctrica es más barata.
Y, basándose en esa filosofía moderna de movilidad y conectividad, Smart está empezando a introducir interesantes servicios, como por ejemplo, el recientemente implantado “Ready to drop”, por el cual podemos ponernos de acuerdo con empresas de paquetería para que hagan la entrega de nuestros pedidos en el propio coche. Funciona a través de una app para smartphones, que facilita la localización del vehículo y la descarga de un código único, con el que podremos abrirlo una sola vez y depositar el paquete en el maletero.
Compartir tu propio coche
En breve se pondrá en marcha otro servicio, “Ready to share”, para poder compartir el Smart propio y sacarle alguna rentabilidad. La operativa será similar a la anterior: una aplicación que mantiene conectados al dueño y a los usuarios, un sistema para la apertura remota permitida y unas condiciones que se aceptan en el momento con el teléfono móvil.
Desde el punto de vista técnico, esta cuarta generación del Smart mantiene intacto el concepto de vehículo que se presentó como proyecto piloto en Londres, en 2007, con una flota de cien unidades. El motor y la propulsión siguen estando en la parte trasera, con lo que se consigue una buena capacidad de tracción y un sorprendentemente corto diámetro de giro de sólo 6,95 metros, mientras que delante se sitúan el radiador, los componentes eléctricos y los conductos para la refrigeración de las baterías.
Así, el reparto de pesos queda equilibrado entre ambos ejes para proporcionar un comportamiento estable en un coche de tan reducido tamaño. Y también favorece dicho comportamiento la colocación de las baterías, justo en el centro del vehículo y en una posición lo más cercana posible al suelo para lograr un centro de gravedad bajo.
Mecánicamente no hay grandes cambios. El motor eléctrico aumenta cinco caballos su potencia para alcanzar la cifra de 81 y el par máximo sube a 160 Nm (30 más que antes). La batería de iones de litio, construida por la empresa Accumotive, filial de Daimler, está compuesta por 96 celdas planas colocadas en paralelo, que funcionan de forma similar a un conjunto de pilas. Su capacidad es de 17,6 kWh, pesa 160 kilos y en su funcionamiento se han mejorado los procesos químicos respecto a la anterior.
Las versiones Fortwo y Cabrio Electric Drive son capaces de recorrer 160 kilómetros con una carga, mientras que en la Forfour Electric Drive la autonomía se reduce en 5 kilómetros respecto a sus hermanos, unas cifras que en Smart consideran más que suficientes para su cliente tipo, que no suele hacer más de 35 kilómetros diarios.
Cargador ultrarrápido en otoño
El mayor esfuerzo se ha hecho en optimizar los tiempos de carga: para alcanzar el 80% de una batería agotada se necesitarán seis horas en un enchufe doméstico, un plazo que se reduce a tres horas y media si empleamos un cargador específico de pared que eleva la intensidad de la corriente de 12 a 20 amperios. A partir del próximo otoño, la marca ofrecerá como opción un cargador rápido trifásico que permitirá llenar ese 80% de la batería en menos de cuarenta y cinco minutos.
La garantía que ofrece Smart para la batería, que va protegida por una carcasa de gran resistencia, es de 8 años ó 100.000 kilómetros. En caso de un impacto fuerte, el sistema eléctrico del vehículo se desconecta por completo para evitar un posible incendio.
En cuanto a seguridad, la célula Tridion, que ha superado con nota los más exigentes crash test, hace que el habitáculo tenga un alto nivel de protección, a pesar de la poca chapa que lo rodea. Esta célula utiliza cinco tipos diferentes de aceros en función de los requerimientos específicos de cada punto que, unidos a las protecciones anteriores y posteriores, pensadas para desviar la fuerza de un impacto hacia las zonas más alejadas de los ocupantes, consiguen mantener a salvo el interior en golpes de bastante violencia.
Los nuevos Smart Electric Drive 2017 se van a retrasar ligeramente respecto a los tiempos previstos para su entrega y no llegarán al mercado hasta principios del próximo verano. Todavía no se conocen los precios en España, pero tomando como base los que se han anunciado para Alemania, estimamos que un Smart Fortwo eléctrico costará en torno a 22.500 euros, un Forfour alrededor de 23.100 y el Cabrio cerca de 26.000. A esas cifras habría que descontar los 5.500 euros de ayuda que prevé el nuevo Plan Movea aprobado por el Gobierno para 2017.
Fuente: marca.com